viernes, 4 de diciembre de 2015

COMO CUESTA

Que poco nos costó cruzar
las miradas en aquel bar,
salir de la mano a comernos...
la ciudad,
la noche,
el mundo,
comernos el amor
Fue tan fácil adivinar
nuestros cuerpos llenos de pasión
Y sin darnos cuenta,
regalarnos el corazón
Y cuantas lágrimas me costó,
olvidar tu olvido,
llorar mil noches
entre las sabanas blancas,
las que una vez te abrazaron,
las que estremecieron,
y guardaron el sabor de tu ser
Y aunque el tiempo pasó,
cuesta manternete
en el olvido de mis pensamientos,
cuesta no volver a recordarte,
en las tardes de nostalgia,
donde me bebo el trago
del deseo de volver a pensarte

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